¿Cómo se entiende que la tierra estaba desordenada, si estaba vacía?

Basado en: Génesis 1:1-5

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día”. Génesis 1:1-5

La Trinidad en plenitud está incluida en la grandiosa obra de la creación: el Padre, que por así decirlo, planificó toda la creación como si fuera una gran arquitecto; el Hijo, denominado “la Palabra”, que estaba en el principio con Dios (Juan 1:1,13-14), y por medio del cual todas las cosas fueron creadas (Colosenses 1:16; Hebreos 1:2); y el Espíritu Santo, que se movía sobre la faz de las aguas.

Dios creó los cielos y la tierra: “Y la tierra estaba desordenada y vacía…”. Quizás al leer esta porción del pasaje pueda confundir al pensar cómo es posible que la tierra estuviese desordenada, si es que estaba vacía; cómo puede algo estar desordenado si está vacío.

Y la explicación sería la siguiente: toda la tierra estaba vacía de su creación, aún no había nada de lo que Dios iba a crear (animales, plantas, cielos, tierra, etc.), y en cuanto a que estaba desordenada, significa que en el principio, imperaba el caos, no existía al momento el orden armónico como lo conocemos hoy en cuanto a día, noche; la tierra firme en un lugar, las aguas en su lugar, el firmamento en su lugar, etc.etc.

Dios es un Dios de orden, y como tal fue estableciendo toda la creación, ya sea lo visible como lo invisible, creando o haciendo de la nada, al mundo y todas las cosas que en él están, en el lapso de seis días, seis períodos literales de 24 horas, resultando “todo muy bueno” (Génesis 1:31).

El relato del Génesis revela que la Palabra de Dios es autoritaria y poderosa. La mayor parte de la obra creadora de Dios se hace por medio del habla, otra señal incuestionable del poder y la autoridad de Su Palabra.

¿Que aprendemos en este texto sobre el Creador y la creación?

1. El camino para comprender la creación es la fe (Hebreos 11:3; Salmos 33:6).

2. Su existencia es eterna (Colosenses 1:17; Juan 1:1,14).

3. Su Hijo es eterno (Juan 8:58).

4. Su poder es infinito: Todo fue creado por medio de él (Hebreos 1:10-12; Job 26:7-14).

5. Su sabiduría es infinita (Jeremías 51:15).

6. Su voluntad es infinita: Puede realizar todo lo que quiere (Isaías 45:12).

7. Su perfección es infinita: Todo era bueno y bueno en gran manera (Génesis 1:10,12,21,31).

8. Su bondad es infinita: Todo fue creado por amor y para el bienestar de su creación (Génesis 2:8).

El mundo no surgió por sí solo, no hubo nada casual ni azaroso, sino solo como resultado de la voluntad y la palabra de Dios (Génesis 1:3). De ahí que el verbo empleado en Genesis 1 para “crear” es bará, que en hebreo significa dar forma, crear, sacar algo de la nada, y unicamente aparece relacionado con Dios y exclusivo atribuible a él como sujeto mandatorio: “Dijo Dios, y fue así”.